Todos sabemos que las matrículas universitarias han aumentado, pero ese no parece ser el único factor que encarece la experiencia de ir a la universidad. Aquí mencionaremos 10 formas en las que los jóvenes malgastan el dinero, e ideas para estimularlos a ahorrar.
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Comida
Para muchos estudiantes que terminan el secundario y comienzan la universidad es la primera vez que tienen que administrar solos su presupuesto y comida. Los gastos de comida pueden acumularse de muchas formas. Por ejemplo, echar a perder la comida y salir a comer afuera puede generar un gasto extra. Una forma de ahorrar dinero y no desperdiciar la comida comprada es evitar ir de compras cuando tienes apetito. Un estudio sobre tendencias de consumo y apetito realizado por University of Minnesota, University of Southern California y The Chinese University of Hong Kong concluyó que hacer las compras con apetito hace que gastes más en productos alimenticios y no alimenticios también. Comer antes de salir a comprar puede ayudarte a ahorrar dinero y a evitar calorías innecesarias. Cuando sales de compras con el estómago lleno y una idea clara de lo que quieres comprar, te ayudará a no gastar de más y comprar solo lo que necesitas. De este modo, no tendrás más comida de la que realmente comes. Y si bien salir a comer es una gran oportunidad para sociabilizar, esos pedidos de comida a la noche o el café para llevar también generan gastos extra. Es probable que los estudiantes quieran estudiar durante el almuerzo, tomar un café o ir a cenar, pero hay una forma más económica en lugar de ir a restaurantes todo el tiempo. Allison Beacham, coautora del libro Official Money Guide for College Students, nos cuenta que una buena forma de divertirse sin tener la presión de gastar dinero es cocinar en casa e invitar a amigos. Seguramente, esta no es una opción realista para quienes viven en residencias estudiantiles, pero comprar un plan de comidas en la escuela y sociabilizar en el área del comedor puede ser otra forma de ahorrar dinero.
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Libros
Para muchos estudiantes, la universidad es el primer lugar donde tienen que pagar por los libros y suelen llevarse sorpresas poco gratas cuando ven los precios. Durante el año escolar 2015-2016, los estudiantes gastaron un promedio de $602 por año en librerías, según el estudio Student Watch Studyde indiCo, una filial de la National Association of College Stores. Este estudio también reveló que un 75% de las compras se hicieron en tiendas del campus. Para reducir estos costos y ahorrar dinero, puedes alquilar, pedir prestados o compartir libros con un amigo. Comprar libros nuevos o usados en línea también puede ayudarte a reducir costos. Los estudiantes también tienen la posibilidad de leer los libros que los profesores dejan en la biblioteca de la universidad. Incluso pueden recuperar parte del costo vendiendo los libros comprados al finalizar el período.
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Recargos por demoras en los pagos
Así es la vida y, en algunas ocasiones, los estudiantes pasan por alto un vencimiento. Es importante tener presente que pagar con retraso puede costar más de lo esperado. Cuando no se paga a tiempo, puede haber consecuencias, como recargos por demoras, intereses acumulados de las tarjetas de crédito y un antecedente negativo en el informe crediticio. Cuando te atrasas en devolver un libro en la biblioteca, pueden cobrarte un recargo de 25 centavos a $25. En otros casos, si te demoras en pagar un alquiler, el dueño puede cobrarte un cargo adicional. Recuérdale a tu hijo que pague las cuentas a término para evitar recargos.
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Esparcimiento
Los gastos que corresponden a la vida social del estudiante no son responsabilidad de los padres. Hay eventos que pueden costar unos pocos dólares pero los hay de algunos, como los conciertos, que cuestan cientos de dólares. Déjale en claro a tu hijo qué pagarás y qué no. Beacham cree que los estudiantes deberían afrontar sus propios gastos relacionados con el esparcimiento, y tener en claro que no es responsabilidad de sus padres. Ella recuerda que en una ocasión, cuando estaba en la universidad, quería un disfraz para Halloween, y llamó a su casa para pedir dinero. Se sintió decepcionada al ver que su mamá no iba a ayudarla. “Una vez que dejas tu casa, tienes que hacerte cargo de tus gastos relacionados con el esparcimiento”, destaca Beacham. Cuando se trata de un entretenimiento diario, como mirar TV, si los padres están suscritos a Netflix, Hulu u otros servicios similares, podrían agregar a sus hijos como usuarios. Los estudiantes podrían buscar actividades y eventos gratuitos en línea para ahorrar dinero.
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Costos de impresión
Si bien las bibliotecas son un gran recurso, algunas cobran por usar sus impresoras. 10 centavos por página puede ir subiendo los gastos rápidamente. Beacham sugiere que los estudiantes tengan su propia impresora, y compartan el costo con su compañero de habitación. Puede parecer un gasto importante, pero se amortizará con el tiempo.
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Electrónica
Las últimas novedades en electrónica, como auriculares, smartphones y computadoras costosas no son necesidades básicas. En 2016, se gastaron $11,540 millones solo en electrónica. Es sabido que estos objetos son muy atractivos, pero pueden hacer estragos en el banco. Por eso, asegúrate de que tú y tu hijo sean prudentes a la hora de elegir qué comprar y cuándo. Trata de comprar durante las ofertas de regreso a clases y en los feriados para ahorrar dinero.
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Ropa
Muchos estudiantes quieren verse bien ese primer día de clases y también el resto del semestre. Pero comprar el conjunto “perfecto” no tiene que costar cientos de dólares. Según una investigación de la University of Michigan, los adolescentes que tienen un empleo de medio tiempo gastan casi todos sus ingresos en ropa. Comprar en tiendas de segunda mano y aprovechar ofertas los puede ayudar a ahorrar.
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Pensión completa o un alquiler costoso
Según College Board, las tarifas de alojamiento conpensión completa pueden variar de $3,520 en centros de educación superior a $11,580 en universidades. Mudarse del campus y tener compañeros de habitación puede reducir esos costos a la mitad. La mayoría de las universidades tienen alojamiento para estudiantes fuera del campus con ofertas en el alquiler y en los servicios básicos. ¿No sabes bien dónde buscar? Algunas universidades tienen esta información en su sitio web para los estudiantes que están buscando alternativas de vivienda.
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No usar los descuentos para estudiantes
Ser estudiante universitario trae aparejado un montón de gastos, pero también puedes evitar pagar el precio total de muchas cosas que compras. Los comercios minoristas dentro y fuera del campus suelen ofrecer descuentos. Los estudiantes pueden ahorrar en electrónica, viajes, cine, eventos, ropa y una variedad de servicios con su identificación universitaria e email. Recomiéndale a tu hijo que pregunte si hay descuentos o que busque en línea cuando esté decidido a hacer una compra.
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Perder clases
Student Scholarship Search realizó un estudio sobre la pérdida de clases y reveló que un estudiante promedio pierde 104 clases en el transcurso de los cuatro años de su carrera. Las clases son costosas y muchos estudiantes no toman conciencia de que hay un costo por unidad relacionado con cada clase que toman. Cuando hacen las cuentas, descubren que perder clases en una universidad pública les cuesta a las familias de los estudiantes $8,737, y en una privada, $21,324. Cada vez que un estudiante decide quedarse durmiendo y faltar a una clase, está malgastando el dinero. ¡Asegúrate de que tu hijo asista a clase!