60 minutos por día.
Ese es el tiempo mínimo que recomienda Physical Activity Guidelines for Americans para actividad física diaria.
Solo alrededor de la mitad de los jóvenes en Estados Unidos lo cumple.
Fomentar la actividad física puede ser una tarea abrumadora para algunos padres. Sin embargo, distintas investigaciones sugieren que incentivar a tu hijo a hacer ejercicio en los primeros años es muy importante, no solo para evitar la obesidad infantil, sino también para contribuir en su rendimiento académico.
The Institute of Medicine of the National Academics publicó un informe en mayo de 2013, en el que se mencionaba la existencia de evidencia científica que demuestra que la actividad física regular mejora la salud mental y cognitiva del joven.
El informe indicó también que “los niños que son más activos desarrollan un mayor poder de atención, sus procesos cognitivos son más rápidos y tienen un mejor desempeño en pruebas académicas estandarizadas respecto de los niños menos activos”.
Muchos padres se preguntan cómo pueden aumentar la actividad física de su hijo con cronogramas llenos de actividades y poco tiempo libre.
Una médica de The Children’s Hospital of Philadelphia, la Dra. Shirley Huang, tiene tres consejos para los padres: “Que sea simple, divertido y compartido”.
QUE SEA SIMPLE
“Si bien todos intentamos multiplicarnos para alcanzar objetivos por demás ambiciosos, es esencial reconocer que es más útil fijarse un objetivo simple. Todos estamos ocupados en distintas cosas. Entonces, si tu objetivo es sacar a pasear a tu perro por 15 minutos después de cenar, es un objetivo perfecto, si puedes lograrlo”, aseguró Huang.
La directora de Educación Física del distrito escolar de Miami-Dade County, la Dra. Jayne Greenberg, sostuvo que comenzar con un objetivo simple se traduce en un modelo ejemplificador para tu hijo.
“Alentamos a los padres a que se muestren activos frente a sus hijos”, agregó Greenberg. “Haz cosas simples para incorporar la actividad física en tu vida diaria: caminar después de la cena, andar en bicicleta con la familia, jugar al Frisbee en el parque…cualquier actividad que les permita moverse juntos”.
QUE SEA DIVERTIDO
“Se suele pensar en el ‘ejercicio’ como el recurso de la actividad física. Para algunos es así, para otros, no. La diversión puede significar distintas cosas para cada individuo. Algunas personas aman correr, otras lo odian. Algunas personas adoran ir al gimnasio, otras lo evitan. A algunas personas les encanta andar en bicicleta. A otras les gusta jugar al básquetbol con otros niños en la calle. Algunos prefieren caminar y ponerse al día con un amigo. ¡No importa qué actividad elijas, asegúrate de divertirte cuando la hagas!”, sugirió Huang.
El distrito escolar de Miami-Dade ha incorporado una variedad de actividades en su programa de educación física. Kayak, surf de remo, Dance Dance Revolution y la escalada de muros estimulan a los niños a disfrutar de la actividad física.
“Comienza con diversión”, aseguró Greenberg. “Si la actividad física es divertida, tus hijos participarán”.
Si bien no todas las escuelas tienen el tipo de programa que sí ofrece Miami-Dade, Greenberg sostiene que darle opciones a tu hijo en sus actividades los ayuda a tener control de un estilo de vida saludable.
“Hay actividades en organizaciones, clubs, clases de natación, caminatas, paseos en el parque”, según Greenberg. “Hay muchas formas simples de sumar actividades que sean divertidas y beneficiosas para tu hijo”.
QUE SEA COMPARTIDO
“¿Cuántas veces tuviste que hacer un gran esfuerzo para hacer algo, pero luego mientras lo haces te das cuenta de que lo disfrutas? Motivarte para comenzar una actividad es la parte más difícil. A veces, compartir la actividad con un amigo genera una responsabilidad que es la clave para llevar adelante esa actividad. Organízate para salir a caminar con tu familia. Reúnete con tu compañero de clase en el gimnasio. Comprométete a sacar a pasear a tu perro, que puede ser tu mejor amigo. ¡Comparte una actividad para ayudarte a sostenerla y mantenerte activo!”, agregó Huang.
Greenberg recordó que iba a la escuela caminando o en bicicleta con amigos cuando era joven.
“Ahora tenemos miedo de dejar que nuestros hijos caminen solos por la calle”, destacó Greenberg. “Ya no ves a niños jugando en la calle. Entonces los padres tienen que encontrar la forma de involucrar a sus hijos en otras actividades y que las compartan con otras personas”.
Greenberg sugiere el autobús escolar a pie. Se trata de un grupo de niños que va caminando a la escuela con, al menos, un adulto. Así de simple como suena. Solo tendrán que turnarse entre las familias para acompañar a sus hijos.
Al incluir a otra familia en tu caminata diaria a la escuela, te sentirás más motivado. Aquí podrás encontrar una guía para imprimir sobre este “autobús”.
“Se trata de pequeños cambios y educación. Nuestros hijos lo están entendiendo. Los usamos como los agentes del cambio. Ellos son quienes incentivan a sus padres. Han cambiado sus estilos de vida”, comentó Greenberg.
Cuando los padres priorizan la actividad física, priorizan la educación integral. “Escuela, salud, cuerpo, mente, creatividad. Todo está conectado”, concluyó Greenberg.